The Knife: Un Lustro de Navajazos

El dúo sueco The Knife se formó en 1999 por los hermanos Karin y Olof Dreijer Andersson. Tras un primer trabajo sin apenas repercusión (su homónimo “The Knife”), fue en su segundo disco, «Deep Cuts» (2004), cuando empezaron a hacerse eco de la crítica y las revistas de tendencias, gracias, en gran parte, a la cuidada estética de muchos de sus videos. Incluso José González, quien ya hizo suyo anteriormente el “Teardrop” de Massive Attack, se atrevió a versionar magistralmente «Heartbeats», corte que abría el álbum.

Todo este revuelo mediático les sirvió para financiar y publicar, bajo su propio sello, Rabid Records, su tercera y mejor entrega: «Silent Shout” (2006). En pleno auge del electropop y el synthpop, los suecos dieron una bofetada a la electrónica de moda volviendo a los primarios sonidos de su álbum de debut y regocijándose en una electrónica más industrial, emocional, cruda y siniestra que bien podría evocar a los primeros Daft Punk o los mismísimos Kraftwerk. De él se extrajeron hasta cinco singles, entre los que se incluye un dueto con Jay Jay Johanson («Marble House»). “Silent Shout”, además, fue aclamado por la prensa especializada hasta extremos de considerarlo mejor álbum del año e incluirlo en la lista de mejores publicaciones musicales de la década. Todo ello a pesar del halo de misterio que rodeaba al dúo, el cual no se cortaba un pelo en negarse a hacer entrevistas, en apenas aparecer en público e, incluso, rechazar recoger los diversos premios que les otorgaron hasta ese momento de su carrera. Numerosas fueron las colaboraciones de la banda durante aquella época, destacando sobremanera el aporte de Karen al “What Else is There?” de Röyksopp (“The Understanding” 2005) o los memorables remixes que Trentemøller dedicó a los suecos, mejorando incluso temas como “We Share Our Mother´s Health”.

Dejando atrás el anecdotario, y haciendo ya énfasis en lo que al disco se refiere, “Silent Shout” abre con un tema bajo el mismo título, que va entretejiendo, junto a la oscura voz de Karen, uno de los hits de la electrónica del siglo XXI. El mimado sonido que despliega la banda durante el corte será nota dominante durante el resto del LP: tintes oscuros, cuidados graves sonando cual latido de corazón y fraseos de sintetizador golpeando cabezas, juntos todos ellos en una inyección emocional que difícil será no acompañar rítmicamente con nuestro cuerpo. La martilleante “Neverland”, más evocadora de la mitad hacia el final, y “The Captain”, que roza el drone hasta casi llegado su ecuador, para terminar punzante e histriónica al mismo tiempo, dejan paso a uno de los pelotazos del disco: “We Share Our Mother´s Health”. Básica en su rítmica 4×4, sintética e introspectiva atrapa a cada segundo que avanza, gracias a un despliegue y habilidad en la mezcla de sonidos marca de la casa.

“Na Na Na”, puro minimalismo bañado por voces digitalmente susurrantes, y “Marble House”, el corte más technopop del tracklist gracias a su estribillo, marcan el meridiano del álbum. Los chasquidos iniciales de “Like a Pen” esconden otro gran tema, rodeado de un aura futurista. “From of to On” es pura placidez y sosiego, un merecido y bello descanso que nos transporta hasta “Forest Families”, en la que predominan las atmósferas gélidas y oscuras. “One Hit” y “Still Light” cierran este trabajo haciendo gala de una mezcla de surrealismo, sonidos grotescos y un trabajo vocal, quizás, demasiado avanzado para su tiempo.

The Knife rizan el rizo en una publicación llena de aciertos donde los detalles y matices más sutiles pasan desapercibidos en las primeras escuchas pero que, en las posteriores, se muestran decisivos. Un disco que, todavía hoy, resulta innovador y extrañamente igualable. Grabado a caballo entre las ruinas de una fábrica de residuos corrosivos y la cripta de una catedral de Estocolmo, “Silent Shout” no es más que el reflejo de la inquietud artística y personal de los hermanos Dreijer Andersson, quienes apenas con varias bases rítmicas y sonidos impredecibles, son capaces de crear, en lo que a la electrónica se refiere, los pasajes más oscuros e inquietantes que ha dado el estilo en las últimas décadas.

The Knife

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Texto: Kuxkuxerilla

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